Mentirle al congreso estadounidense es casi un pecado constitucional hasta penado por cárcel, pero engañar a miles de seguidores y fanáticos es imperdonable, nunca la memoria de Clemens podrá ser igual, no lo recordaran como el lanzador atrevido con un brazo potente; no lo recordaran como uno de los mejores de la historia. El señor demostró no tener amor por el deporte que tantos años practico, se burlo de sus compañeros, entrenadores y personas que lo apoyaron. Es uno de los casos que sigue poniendo en duda la credibilidad del baseball, ¿Cuantos de los muchos ponches o excelentes lanzamientos fueron provocados por ingerir estas cosas indebidas? o ¿Cuantos de los muchos cuadrangulares de A-Rod, Canseco, Bonds, Sossa fueron debido a su desarrollo por los esteroides?
NO Y ROTUNDAMENTE NO. Jugadores como estos jamás deben de ser ingresados a un salón de la fama, jamás deben de ser recordados si no es por tramposos y deshonestos. Al señor Clemens se le presenta la oportunidad de llegar a un arreglo y admitir que mintió, pero sigue creyendo que puede engañar a miles de fanáticos con sus estrategias falsas. No se puede volver a ver a Clemens como un ídolo, ya no lo podemos considerar uno de los mejores lanzadores, el ejemplo que dio a jóvenes que luchan por llegar a donde él llegó fue deplorable. Es hora de que el señor diga la verdad y que pida perdón a todas las personas que se sintieron engañadas, es hora de que admita que si uso sustancias indebida y es ahora de olvidar que Roger "El Cohete" Clemens fue uno de los mejores.
José Daniel Vargas Cruz
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